Me creía un fakir,
Me creía puro,
Me creía libre
Me creía lo que me decían que era
Pensé que los nafs eran ajenos a mi ser
Que la tranquilidad era la poesía natural que salía por mis poros
Que el palpitar de mi corazón repetía tu santo nombre.
Pero qué soy si no un cálamo seco, que no escribe sino lo que el mundo le dicta?
Poesía febril del barullo de allá afuera,
Que soy sino un falso poeta?.
Este cálamo ya no escribe más
Porque solo eres Tú quien puede hacerlo mover
Porque ya el poder del mundo es nulo
Ante la pena del alma que llora esta noche atrapado en este cuerpo Porque pronto se siente el filo del sable atravesando la llaga
La aflicción me ha sellado la cara
El desconcierto ha paralizado el cuerpo
El alma está llorando en la próxima esquina,
Y la vergüenza me ha coronado
¿Qué soy entonces si no me mueves,
Si Tus benditas manos no hacen que este cálamo escriba más?
¿Qué soy ya si no Te tengo?
¿Qué soy ya si estoy muy lejos, si mi corazón está dormido?
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